Los ácidos grasos omega 3 y 6 han sido relacionados con diferentes beneficios en la salud, empezando por el corazón y el sistema circulatorio. Hoy en día siguen siendo fuente de investigación y algunos expertos afirman que beneficia a personas con colitis, asma, artritis entre otras. ¿Sera lo mismo con el cáncer?
El omega 3, se ha reconocido por sus propiedades antinflamatorias, es ahí su función como auxiliar en la prevención del cáncer. Estudios han evidenciado un número bajo de casos de cáncer de mama en mujeres de Japón y Alaska relacionándose con el alto consumo de omega 3 en la dieta.
¿Qué son los ácidos grasos omega 3 y 6?
Pues como su nombre lo dice es grasa, pero esta grasa poliinsaturada (llamada así por la estructura de sus moléculas) son grasas saludables y esenciales para nuestro organismo —son importantes, pues nuestro cuerpo no los produce, los obtenemos de la alimentación— forman parte importante de nuestras células, entre otras funciones.
Los principales ácidos grasos omega-3, el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el acido docosahexaenoico (DHA) se encuentran en cantidades importantes en los pescados grasos (atún, salmón y jurel) así como en el aceite obtenido de estas especies. Al ingerir estos alimentos, tanto el EPA como el DHA se incorporan de manera rápida a las membranas celulares donde pueden ser liberados por enzimas que dan lugar a productos con potentes propiedades de protección celular.
La evidencia clínica ha mostrado una protección frente al cáncer en aquellas personas sanas que consumen omega 3.
En las pacientes con cáncer de mama está demostrado que tiene un incremento en la sobrevida y reducción de efectos de quimioterapia como la fatiga, la inflamación y neuropatía en comparación con mujeres que suelen tomar poco o nada de omega 3. En el estado nutricional tiene un impacto positivo en aquellas pacientes con caquexia (desnutrición severa).
¿Cómo actúa el omega 3 frente al cáncer?
Se han llevado por décadas investigaciones sobre los ácidos grasos omega 3 y sus beneficios, los cuales se enfocan en el mecanismo de la inflamación. Existen sustancias proinflamatorias y antiinflamatorias que tienen un rol importante en el mecanismo de la inflamación y en el origen del cáncer. Recordemos que EPA y DHA —nuestros mejores ácidos grasos— tiene un papel importante, pues resultan ser moduladores de la inflamación mediante resolvinas, sustancias derivadas de los ácidos grasos que mejoran y disminuyen la inflamación ofreciendo así su protección contra el cáncer.
Recomendación: antes debo mencionar que; en algunos estudios clínicos han intentado demostrar los beneficios del omega 3 en pacientes con cáncer teniendo como resultado una mejoría muy limitada. La información debe manejarse con cuidado y siempre bajo la orientación de tu oncólogo y/o nutriólogo para tomar la decisión en conjunto de iniciar algún suplemento alimenticio como el acido omega 3.
